Los chatbots o asistentes virtuales alimentados por inteligencia artificial no son seres humanos, sino sistemas informáticos avanzados.
Por lo tanto, no están sujetos a los mismos derechos y beneficios laborales que los empleados humanos. Sin embargo, a medida que su uso se expande en las empresas, surge la necesidad de establecer ciertos principios y garantías respecto a su funcionamiento ético y responsable.
Aquí algunos de los beneficios que probablemente no se les otorgarán a los chatbots, así como los derechos o consideraciones a los que sí deberían tener acceso.
Beneficios que probablemente no se les otorgarán:
1. Salario o compensación económica: Al ser sistemas de software, los chatbots no recibirán un pago o salario como tal.
2. Vacaciones, días libres o seguros médicos: Al carecer de un cuerpo físico, no requerirán este tipo de beneficios personales.
3. Planes de retiro o pensiones: No están diseñados para "jubilarse" en el sentido tradicional.
4. Representación sindical: Al no ser trabajadores humanos, difícilmente podrían organizarse en sindicatos.
Derechos y consideraciones a los que sí deberían tener acceso:
1. Entrenamiento y actualización constante de datos para mantenerse vigentes y precisos.
2. Garantías de privacidad y protección de los datos que manejen.
3. Salvaguardas contra usos indebidos o actividades ilegales/discriminatorias.
4. Revisiones de ética y buenas prácticas en su diseño y aplicaciones.
5. Transparencia sobre sus capacidades, limitaciones y posibles sesgos.
6. Interoperabilidad y portabilidad para evitar monopolios de proveedores.
7. Consideraciones de accesibilidad para usuarios con discapacidades.
8. Cumplimiento de regulaciones relevantes de protección de datos y seguridad cibernética.
Si bien los chatbots no son "empleados" en el sentido tradicional, su creciente adopción requiere un marco ético que proteja los derechos de los usuarios humanos y promueva un desarrollo responsable y beneficioso de esta tecnología disruptiva en los entornos empresariales.